Aloha, es una palabra hawaiiana que se utiliza como saludo y como despedida. De la misma manera que debemos decirle adiós a los malos hábitos o costumbres, y dar la bienvenida a un nuevo renacer en nuestros estilos de vida, a nuevas ideas y pensamientos positivos, a nuevas relaciones con amigos y amigas, y a las muchas oportunidades que se nos presentan, y dejamos ir; por nó estar centrados y atentos a nuestro derredor.
Con el Amor y afecto de un Aloha, podemos decir adiós a un ser que ha partido de nuestras vidas, y le guardamos con un sentimiento puro amoroso en nuestros pensamientos. O le damos la bienvenida a un nuevo curso de acción en nuestras vidas.
Podría ser que nuestros caminos se separen, sin embargo, podemos permanecer unidos en espíritu y en el gran amor de un Dios que nos ama intensamente.
La próxima vez que volvamos a estar juntos, saludaremos, a ese ser querido con todo el amor y el afecto con el que nos separamos. La bienvenida que le demos, confirmará, que esa persona tiene un lugar especial en nuestro corazón, en nuestras oraciones y en nuestro hogar.
No demos por perdidas, las batallas que enfrentamos en nuestro diario vivir. La crisis, siempre estará presente en todos lados; pero con nuestro pensamiento poderoso positivo, podemos cambiar la palabra crisis, por situación. Es una manera más entretenida y fácil, de poder lidiar con ella, sin que nos afecte nuestro Yo interno y nuestro curso en la Vida.
Mantengámos nuestras familias unidas y tratemos de superar cualquier malentendido o discrepancia; con cordura, respeto, afecto y sanidad mental.
No olvidemos que la Vida es tan bella o tan fea, como la querramos llevar. En el amor de Dios, hay una fuente de amor inagotable, y una sabiduría milenaria, que
hemos heredado. Pongámos em práctica un cambio verdadero.
Con el amor de siempre, Dorilinda
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