Vida Libre... por José D. Ramírez Rivera

Ríe cuando puedas y cuando tu quieras
Ríete del mundo, de esa farsa eterna
que es la vida misma.

Rompe carcajadas la monotonía
de vivir muriendo un vivir sin alma.
Rompe los cristales de tu risa franca
en los ventanales de todas las trabas,
que te imponga el mundo.

Rompe con tu risa cadenas y grillos,
carceles, prisiones, convencionalismos
sociales, y todo lo que dicte pautas,
a tus libertades de "homo sapiens" libre.

No temas al mundo ni a sus necesidades,
ni a eso que llaman barreras sociales;
-que todo es mentira-
castillos de naipes sobre falsas bases,
que tiemblan, oscilan, y solo se muestran
enhiestos y firmes, ante los cobardes,
que no tienen fuerza moral ni caracter.

Hazte un mundo tuyo, donde estén proscritos
la maledicencia, el mal, la mentira,
la traición hartera, la pasión malsana,
la calumnia abyecta, el odio, la intriga;
todas esas cosas que tronchan la vida
y hacen de los hombres, sombras de si mismos.
Y entonces se libre, se libre hija mia.

Ríe libremente ante tanto cieno,
que enturbia el ambiente en que vas creciendo.
Ríe de esos seres empequeñecidos,
donde la decencia, dignidad y honor
brillan por su ausencia.

Ríete de todos, no le tengas pena a estos,
ni a los que el Destino les dió unas monedas,
que esos son los Judas de esta farsa eterna;
pues no tienen Patria, bondad ni conciencia.
-su Patria es cualquiera, si en ella a caudales
su riqueza aumenta.

Ríe, ríe siempre,
y aunque el dolor rasgue tu carne latente,
sigue en el combate sin miedo, sin tregua;
y cuando tus fuerzas rendidas flaqueen
no pidas clemencia, ni lances un ay de dolor,
ni esperes que alguien la mano te tienda.

!Valete a ti misma! Revive en tu sangre
nuevas energías, lucha, persevera.
Imponle a la Vida tu afán de ser libre,
y se libre y fuerte.

Y entonces, hija mía, de mi alma,
el mundo a tus plantas tendrás;
y el estigma de ser una esclava,
no te manchará.

A mi hija Dorilinda, con todo mi amor...

foto: Google Image